En este cantón Barcelona, los hombres del pueblo viajan monte a dentro por largos
senderos, hechos a punta de machete, en busca de la materia prima, mientras las
mujeres se encargan de cocinar y secar la paja, para luego comercializarla a
los tejedores del pueblo.
La paja procesada se vende a los comerciantes cuencanos o sino se
la distribuye en el pueblo para que tanto hombres como mujeres se dediquen a tejer
sombreros, bolsos o carteras. Es habitual ver a mujeres sentadas en el parque
central de Barcelona, tejiendo los sombreros que tienen que entregar a la
Asociación de Mujeres Emprendedoras de la Península de Santa Elena o para algún
turista que solicitó un modelo exclusivo.
Hay un grupo de artesanos en la provincia? Cuál es su nombre? Es para una tarea para la U
ResponderEliminar